2/4/09

Alerta Verde -Dengue

¿Qué es el dengue?

La fiebre del dengue y dengue hemorrágico son enfermedades febriles agudas causadas por cuatro virus (DEN-1, DEN-2, DEN-3 ó DEN-4) estrechamente relacionados con los serotipos del género Flavivirus, de la familia Flaviviridae.

Los síntomas característicos de estas enfermedades son: fiebre, dolor intenso en las articulaciones y músculos, inflamación de los ganglios linfáticos y erupción ocasional de la piel. Posee una extensión geográfica similar a la de la malaria, pero a diferencia de ésta, el dengue se encuentra a menudo en zonas urbanas de los países con climas tropicales, incluyendo Singapur, Taiwán, Indonesia, India, Brasil, Paraguay, Venezuela, Bolivia y el norte de Argentina.

Cada serotipo es bastante diferente, por lo que no existe protección y las epidemias causadas por múltiples serotipos pueden ocurrir. El dengue se transmite a los humanos por el mosquito hembra Aedes aegypti, raramente es causado por el Aedes albopictus, el cual es el principal transmisor del dengue en el hemisferio occidental.

No hay un medicamento específico para tratar la infección del dengue. La base del tratamiento para esta enfermedad es la terapia de apoyo. El aumento de la ingesta de líquidos orales se recomienda para prevenir la deshidratación. Para aliviar el dolor y la fiebre, los pacientes deben tomar paracetamol (acetaminofén). La suplementación con líquidos intravenosos puede llegar a ser necesaria para prevenir la deshidratación y la importante concentración de la sangre si el paciente es incapaz de mantener la ingesta oral. Una transfusión de plaquetas está indicada en casos extraordinarios, si el nivel de plaquetas disminuye significativamente (por debajo de 20.000) ó si hay hemorragia significativa.


Es muy importante evitar la aspirina, este medicamento puede agravar la hemorragia asociada con algunas de estas infecciones por sus efectos anticoagulantes.

Para prevenir esta enfermedad es necesario tomar medidas tales como: la destrucción de los posibles criaderos, la protección contra la picadura de mosquitos usando repelentes, el empleo de mosquiteros y el uso de ropas protectoras. Tambien es conveniente realizar encuestas en las localidades afectadas para precisar la densidad de la población de mosquitos vectores, identificar sus criaderos (respecto a Aedes aegypti por lo común comprende recipientes naturales o artificiales en los que se deposita por largo tiempo en agua limpia, cerca o dentro de las viviendas, por ejemplo, neumáticos viejos y otros objetos), y fomentar y poner en práctica programas para su eliminación.

Las llantas con agua, los tanques, floreros de cementerio, son los hábitats más comunes de los mosquitos del dengue. Para los tanques se recomienda agregar pequeñas cantidades de cloro sobre el nivel del agua.

Las epidemias de dengue pueden ser extensas, en especial como consecuencia de huracanes, tormentas tropicales o inundaciones. Cuando estalla un brote epidémico de dengue en una colectividad o un municipio, es necesario recurrir a medidas de lucha antivectorial, en particular con el empleo de insecticidas por nebulización o por rociado de volúmenes mínimos del producto. De este modo se reduce el número de mosquitos adultos del dengue frenando la propagación de la epidemia. Durante la aspersión, los miembros de la comunidad deben cooperar dejando abierta las puertas y ventanas a fin de que el insecticida entre en las casas y maten a los mosquitos que se posan en su interior. Es imprescindible la eliminación de basura, chatarra, y sitios en donde se acumule agua estancada.

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